Concepto de Arquitectura
¿Cómo
hemos de definir la arquitectura? Ya que ésta es una actividad ligada a la
cultura y a la organización social, la arquitectura y quien la ejerce, el
arquitecto, no se han referido siempre a lo mismo. Ni tan sólo ha existido
siempre como tal la disciplina que denominamos arquitectura ni el personaje que
llamamos arquitecto. Como en tantos otros casos, la arquitectura ha variado su
definición y alcance. Por ello, lo mejor que podemos hacer a la hora de
iniciarnos en su conocimiento, es analizar algunas de estas definiciones para
abrir nuestra propia reflexión y maduración hacia lo que se debe entender hoy
por arquitectura y arquitecto.
Etimológicamente,
la palabra arquitectura procede del griego. Es la conjunción de dos palabras:
arjé, el principal, el que manda, el principio, el primero, y tekton, que
significa construir, edificar. El arquitecto es, por tanto, el primero de entre
aquellos que realizan la tarea de construir. Por un lado, es el que define las
bases, los principios. Por otro, es el que dirige, el que manda en la actividad
constructiva. La arquitectura, como actividad, como oficio, es el conocimiento
y la práctica que permiten llevar a término estas funciones: determinar aquello
que es básico para construir un edificio y también tener la
responsabilidad de llevar a término algo determinado.
Esta
palabra ha perdurado en la cultura lingüística latina y, por tanto, también en
las lenguas denominadas románicas, derivadas del latín. Las lenguas
anglosajonas, las germánicas y, en general, las lenguas que se hablan en los
países desarrollados han incorporado en su léxico estas palabras. Las lenguas
orientales, todas las variantes del chino, el japonés, el birmano, etc., han
introducido las palabras y, por tanto también el significado y el rol social en
tiempos muy recientes. Esto significa que en estas culturas el proceso de
edificación no siempre estuvo acompañado de un cuerpo de conocimientos y de
unos individuos que respondieran claramente a la concepción grecolatina y, en
definitiva, occidental de qué es la arquitectura y quién es el arquitecto.
En
el siglo I antes de Cristo, durante el imperio de Augusto, un arquitecto romano
llamado Marco Polibio Vitruvio, escribió el primer tratado de arquitectura que
ha llegado hasta nosotros.
Sabemos
que hubo otros anteriores, pero no los conocemos. En el legado de la cultura
grecolatina que ha nutrido la cultura moderna en Occidente, el texto de
Vitruvio adquiere la condición
de primer referente, de texto inicial, pero también de compilación del saber de
la cultura clásica sobre la arquitectura. Detrás del texto vitruviano, que
sobrevive en los manuscritos medievales y es traducido a las lenguas modernas a
partir del siglo XV –convirtiéndose en el referente indiscutible, al menos
hasta el siglo XVIII-, hay toda una multitud de interpretaciones diversas que
son las que han dado pie a las diferencias teóricas en la arquitectura de
Occidente. El tratado de Vitruvio, De Architectura, libri decem, título en
latín que podemos traducir como Los diez libros de arquitectura, es
heterogéneo. Se basa en textos anteriores, Greco helenísticos, de procedencia
diversa. Son tratados muy prácticos de construcción o de materiales, pero
también ideas y especulaciones estéticas sobre los grandes principios de la
armonía y la simetría. Nos interesa fijar la atención en la definición de la
arquitectura y del arquitecto que da Vitruvio, especialmente en el libro
segundo de su tratado.
Su
explicación es sobretodo mítica pero, al mismo tiempo, antropológica. Para
Vitruvio la arquitectura se entiende considerando su origen. A partir de una
ingenua descripción mítica, Vitruvio analiza cómo nace la arquitectura. En los
bosques y en las montañas, los hombres, diferentes de los animales por su
posición erecta y por el hecho de disponer del fuego y de la palabra, a medida
que se convierten en sedentarios, construyen refugios: cavernas excavadas en la
tierra o cabañas construidas con troncos y hojas, y con piedra o barro. La
cabaña primitiva es según Vitruvio el referente originario para entender qué es
la arquitectura. De esta actividad de cobijo, resuelta a partir del uso de los
materiales que proporciona la naturaleza, nacen técnicas pero también
ideas enlazadas con la forma de vivir.
El
hecho de que la cabaña sea el lugar permanente donde se reúnen los seres
humanos, alrededor de los hechos artificiales primigenios como son el fuego y
la palabra, llevará a Vitruvio a pensar que la arquitectura nace cuando el
hecho
de
habitar se establece en un lugar y con unas condiciones artificiales
determinadas a través de unos conocimientos que denominaríamos arquitectura. La
casa, como el lugar primordial del habitar, estaría en el origen de la
arquitectura. Con el tiempo y la evolución de las cosas, el arquitecto sería
aquel individuo capaz de hacer estas casas, consistentes y duraderas, pero
también significativas, es decir, expresivas de lo típicamente humano que se
encuentra en las casas.
Es
por ello que Vitruvio inaugura la manera de entender al arquitecto como un
técnico de la edificación pero también como un artista capaz de entender el
significado de aquello que construye. Para Vitruvio el arquitecto debe conocer
la
Filosofía, la Matemática, la Poesía, la Música y muchas otras disciplinas para
ser capaz de dar respuesta a todo aquello que estas disciplinas enseñan del
significado de la cultura humana. La arquitectura, dirá Vitruvio, es teórica y
es práctica. Ciertamente la actividad del arquitecto acaba resolviéndose en la
práctica de la edificación. Pero esto no es posible de una forma correcta y
plena si esta actividad práctica no se fundamenta en unos conocimientos
teóricos prestados por otras fuentes de conocimiento. Sería inacabable seguir
no sólo la multitud de matices que podemos encontrar en el texto vitruviano -de
hecho, en Occidente, un número elevado de tratados de arquitectura han sido una
especie de glosa o reescritura del texto vitruviano sino
también la diversidad de otras definiciones que podríamos analizar a lo largo
de la historia.
Por
todo ello, proponemos analizar únicamente dos de estas diversas definiciones de
la arquitectura. Son muy diferentes, casi opuestas. Están formuladas en lo que
podemos denominar los orígenes de la arquitectura de nuestro siglo. Ambas han
marcado maneras de pensar y hacer a veces opuestas, a veces complementarias. En
1881, en Londres, el polifacético artista, pensador y político William Morris
(1834-1896) imparte una conferencia con el título The prospects of
Architecture in Civilization. William Morris ha sido considerado por un
importante sector
de arquitectos, teóricos e historiadores de los tiempos modernos como uno de
los pioneros de lo que acostumbramos a llamar la Arquitectura Moderna.
Reaccionando ante la ola de vulgaridad y empobrecimiento estético producida por
los fenómenos ligados a la primera Revolución Industrial, Morris se convierte
en una de las voces más potentes que se alza para pedir reformas en profundidad
en todo aquello que afecta a la dignidad y la felicidad de todos los individuos
de la nueva sociedad.
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